Apuntes de vida diaria: Ebola, Misioneros, Cooperantes…

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Murió su madre al nacer y, como cada mes, vino a verme para que le diese leche y papillas. Cuando me agarra de la camiseta y me abraza, no renuncio yo a ese abrazo ni por todo el Ebola del mundo.

Hace tiempo que os debía una entrada en el blog. Y digo debía porque África en el corazón es mi particular cordón umbilical con los que amo. Voy a intentar poneros al día, y voy a comenzar por el tema estrella de estos días: el virus Ebola, un virus que no solo mata el cuerpo, sino que es capaz de matar el corazón y hacer correr hacia delante sin mirar al hermano, al grito de «sálvese quien pueda».

IMG-20140720-WA0012La situación de Sierra Leona en estos momentos es caótica, y no exclusivamente por causa del Ebola. Sería más fácil controlar la epidemia si no estuviese acompañada de las dos palabras mágicas que marcan la vida de mi pueblo: el miedo y la ignorancia.

Tanto el uno como el otro añaden un plus de gravedad y dramatismo al problema. Me explico. La mayoría de los Jefes de nuestras aldeas (y atendemos alrededor de 200) no saben leer ni escribir. Vivimos en una especie de etapa mitológica donde se cree en brujos y brujas que vuelan. Y se cree también, que una mujer sin ser iniciada o mutilada genitalmente nunca será bendecida por los antepasados. Todavía es más importante sembrar cacahuete y arroz que ir a la escuela. Y como método educativo prima el «flog» (palo). Palo en la casa, palo en la escuela, palo a la mujer, palo a los hijos… Algo que ya hace muchos años Makarenko, en uno de sus libros, Poema Pedagógico, insistió que no servía para nada.

Es en este caldo de cultivo donde el Ebola se extiende sin problemas como fuego por rastrojo. Y más, si aparece una “enfermera” iluminada que asegura que el Ebola es solo una invención del Gobierno para realizar sacrificios rituales (costumbre arraigada en el West Africa) para perpetuarse en el poder. Al oírla, la gente enardecida intentó asaltar el hospital de Kenema, que es el centro de referencia de los enfermos de Ebola, y el ejército tuvo que intervenir. Incluso resultó herido de bala un niño de 9 años.

En este momento el personal sanitario del País tiene pavor a entrar en las zonas de aislamiento y han abandonado en gran número el centro. Y la gente tiene miedo de llevar al hospital a los familiares con fiebre porque tienen la seguridad de que nunca más los volverán a ver. El ejército se ha movilizado para impedir que los enfermos huyan y se extienda más el virus.

Precisamente hoy, se ha anunciado que otro doctor del hospital Connaught de Freetown está infectado. No puedo confirmarlo, pero se dice que es porque atendió a un paciente con una aparente malaria sin cumplir el protocolo de seguridad recomendado por la Emergencia de Salud.

Por otra parte, el Ebola, como cualquier catástrofe mundial, no deja de ser una buena oportunidad para que económicamente se beneficien algunos. En una reunión de los sacerdotes para unificar criterios de actuación en el estado de emergencia, un compañero sacerdote contó cómo el Paramount Chief (especie de Gobernador tribal) le había dado un cubo como material de prevención. Sin lejía, naturalmente, porque el precio se ha triplicado. Hemos reído por no llorar. Puedo atestiguar que es cierto porque el Paramount Chief de mi zona hace tiempo que me negó la palabra por no regalarle unas placas solares y un ordenador portátil que me habían donado en un Proyecto de la Comunidad de Madrid. Dice que no le respeto. Y tragas con ganas de morderle la yugular.

IMG_20140704_132223En Sierra Leona llevo 10 años actuando como bombero, es decir, apagando emergencias en una zona donde la mortalidad en el parto es la más alta del mundo, y donde 4 de cada 10 niños no cumplirá los 5 años. Vivo mi compromiso desde la fe, y sigo creyendo que predicar el evangelio es dar buenas noticias. Y que una buena noticia para el que no sabe leer y escribir, y por tanto no tiene futuro, es hacer una escuela. Y que para el que bebe agua con gusanos, la buena noticia será excavar un pozo. Y disfruto viendo cómo los niños que perdieron a su madre en el parto se aferran al biberón con leche solidaria española. Pero esto no es ni será nunca noticia de primera plana.

Es ahora, cuando las circunstancias han hecho que aparezca en los medios de comunicación por el simple hecho de vivir cerca de un virus que está de moda y que amenaza con saltar la frontera de la pobreza. Y es que los misioneros somos mediáticos únicamente cuando Santa Bárbara truena. También lo fui en el 1998, cuando los rebeldes del RUF me secuestraron en Sierra Leona durante 14 días.

Los medios de comunicación en estas ocasiones nos llaman santos, o héroes…, incluso dicen que somos de una pasta especial, pero los misioneros somos gente normal. Personas con un claro compromiso de servicio allá donde la Iglesia nos llama y necesita.

Me he reído con ganas con la pregunta de un periodista:

Un misionero, ¿cuánto gana?

¿Queeeeeee?

¿Que cual es su sueldo? Lo siento, me ha pedido el director que se lo preguntase.

Le he dicho la verdad, que en mi caso recibo unos 20 euros al mes para caprichos.

Creo, también, que somos personas con un mínimo de sentido común. Digo lo del sentido común porque acabo de leer la entrevista realizada por un medio de comunicación a dos cooperantes españoles, que no hacen más que echar más leña a un fuego que ya bastante tiene.

IMG_20140717_094926No se puede decir, o no es oportuno decir, que hay miedo de salir a la calle, y que si se sale es con botas de goma y guantes, y sin tocar a nadie. Y que hay urgencia de salir del País porque en caso contrario se quedarían encerrados. Y aprovechar el revuelo para pedir para los pobres. Estas noticias serán todo lo periodísticas que queramos, pero no hacen más que alarmar a nuestra familia y a nuestros amigos creando una alarma social innecesaria.

El Ebola no anda saltando por la calle y, sin dejar de ser mortal, hay medidas sencillas que todos conocemos y que están suficientemente publicitadas para protegerse.

Todos los años recibo amigos doctores y enfermeros que nos ayudan a que nuestra pobre gente de aldeas remotas reciba, algunas veces por primera vez en su vida, una atención sanitaria gratuita. Este año está conmigo en estos momentos Javier Atienza, cirujano de Valladolid, que nos ha regalado sus vacaciones por segundo año consecutivo. Lo conocéis porque fue el que atendió a Bundu el año pasado. Ha operado con normalidad hasta que el Gobierno nos prohibió hacerlo por no disponer de sala de aislamiento.

IMG-20140807-WA0016Y también ha venido por 5º año consecutivo Natán Redondo, enfermero de Valladolid, al que Sierra Leona le pegó un flechazo robándole el corazón. Llega con sus maletas cargadas de medicinas y sobrepeso. Él lo arregla regalándoles una cautivadora sonrisa a las empleadas de Air France. Y nunca falla. A causa de la prohibición del gobierno, atienden emergencias de niños quemados y poquito más.

Viven su compromiso con la Misión tan tranquilos y sin falsos heroísmos. Y son agnósticos declarados. Digo esto para constatar que un gran corazón no tiene color ni religioso, ni político. Nos respetan y los respetamos. Y nos queremos, que es lo más importante.

IMG_20140728_130840El Hermano Rafael Rodríguez, agustino recoleto, tampoco dudó en venirse para echar una mano como fontanero y soldador. Le tiene más miedo a un día sin trabajo que al mismísimo Ebola.

Vivimos el día a día con normalidad. Algún medio de comunicación parece querer radiar la pandemia del Ebola como si de un partido de futbol se tratase… «ataca el Ebola por el lado izquierdo… “¿a cuánto de distancia tienes el Ebola…?» Y claro, uno no sabe, porque te lo puedes topar en el siguiente abrazo, y parece que decepcionas por no poder decir que en ese momento estás tocando a un moribundo embutido en tu traje espacial.

En fin, que hoy más que nunca hay que usar el sentido común. Y el sentido común me dice que si yo corro, en primer lugar alarmo a mi pueblo. Y, en segundo, no soy coherente con el cuidado que el buen pastor debe de tener de las ovejas cuando viene el lobo. Si no somos capaces de sufrir codo a codo con nuestro pueblo, ¿con qué cara dura nos vamos a presentar a celebrar sus fiestas con danza y vino de palmera?

IMG_20140804_130113Hoy más que nunca debemos de ser testigos del amor de Dios en medio de su pueblo. Testigos de un Papá Dios que los ama y que nos pide el corazón prestado para hacerlo. Sabemos que estamos expuestos porque en cada aldea se te cuelgan 100 niños de los brazos, pero tenemos la convicción de que nuestra vida está en manos de Dios y no de un virus, así se llame Ebola. Y que no puede estar en mejores manos. Eso no nos convierte en unos Kamikazes sin sentido, puesto que no tenemos derecho a poner en peligro la vida de nuestros semejantes, pero nos da la tranquilidad suficiente para no caer en el pánico, ni crearlo.

Llevo 20 malarias y alguna tifoidea, y el doctor me dijo que debiera de salir de Sierra Leona antes de que el hígado reventase y dijese basta. Compré un billete de avión para el 8 de septiembre y, si se cambia, no será para adelantar el viaje, sino para retrasarlo. Todo va a depender de cómo se desarrollen los acontecimientos. Cuando la pandemia esté más controlada, será el tiempo del adiós. Me sentiría un traidor si lo hiciese antes, porque, como dije hace tiempo, el miedo es el asesino del corazón humano y no podemos dejar que le venza a la ternura.

14 Respuestas a “Apuntes de vida diaria: Ebola, Misioneros, Cooperantes…

  1. Hola Jose Luís. Después de tanto tiempo te leo y me acabas de cautivar el corazón. Creo que el reflejo de lo que vives y tu amor inmenso me ha atrapado.
    Muchas gracias y seguiremos hablando.
    Un beso

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  2. José Luís, gracias por la donación de tu vida a los demás en seguimiento de Jesús Buen Pastor.
    Gracias por compartir con nosotros.
    ! En unión a Jesús misionero !

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  3. José Luis, con doce como tú la montó el de Galilea. Ojalá que tu compromiso, claridad y entrega misionera sirva para que muchos de tus hermanos se den cuenta de que a ellos también los llamó el de Galilea para esto mismo. Para estar con los últimos hasta las últimas. Un fuerte abrazo. Gracias. Seguimos en contacto.

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  4. Hola Jose Luis soy Mireya del colegio San Agustín de Valladolid
    Siempre me fascinas cuando vienes al cole y nos cuentas tus misiones y ahora con el ébola también.

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  5. Es extraordinario conocer el servicio a los demás, a través de sus palabras. Hay esperanza cuando personas como usted disponen de su tiempo y su esfuerzo a los más necesitados, gracias por compartirlo, desde el mismo corazón de Sierra Leona….wali wali oooooh!

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  6. Inspirador este blog, soy nueva en Africa. Testimonios como este me confirman que el mundo tiene su lado amable y noble. Dios los proteja.

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  7. Gracias José Luis por compartirnos tus vivencias en Sierra Leona, desde el Noviciado MAR oramos por la ustedes para que Dios les siga llenando de amor y valentía… y empezamos a soñar con acompañarles algún día… Un abrazo.

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  8. Querido José Luis trabajo en la revista Vida Nueva en la versión mexicana, no sabes como admiro tu labor y sabes en el mundo hace más fatla conocer testimonios como el tuyo y el de tus compañeros que dan la vida por los demás. También creo que los medios desbordan la información del ébola para convertirla en amarillista, eso es lo que vende hoy.
    Personas como tu hacen que el miedo no sea asesino del corazón humano.
    Te mando un abrazo grande, podríamos reproducir parte de tu texto para la revista?
    Muchas gracias y que Dios te siga bendiciendo tu misión. Abrazo grandote.
    Guadalupe Esquivias

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  9. DIOS TE BENDIGA Y PROTEJA A TI Y TODAS LAS PERSONAS DE SIERRA LEONA . ESTAMOS ORANDO AQUI EN COSTA RICA. LIGIA GOMEZ GUZMAN

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  10. Desde Navarra a Sierra Leona. Mi admiracion y un abrazo a este heroe, cuanto tenemos q aprender. Tenemos q movilizarnos para mandarte camas. Un abrazo

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