Si es cierto que África enamora, también lo es el que te va matando poquito a poco. Son tantas las emociones, los momentos, las vivencias…, que es imposible contarlos porque las palabras se quedan pequeñas. También el objetivo de la cámara digital.
Intento en esta página compartir algunas fotografías de esos momentos especiales vividos con mi gente. Cada instantánea guarda en sus entrañas historias de dolor, historias de alegrías. Porque el arte de vivir radica en la capacidad del ser humano para combinar luces y sombras. Y en nuestra querida África, tanto las luces como las sombras son brutalmente intensas. Y, mientras caminas hacia la luz, te vas dejando jirones de corazón en cada aldea.