Celia Francos

Celia es enfermera profesional y costurera por afición. Y nos ha visitado en dos ocasiones. La primera vino acompañada de Marta y de Natán, enfermeros como ella, y sé que volvió a Valladolid con el corazón en carne viva. Sintió el hambre y el dolor entre sus manos y en sus ojos brotó la ternura. Todos hemos experimentado esa sensación: es terrible cuando la miseria extrema se asoma a tus ojos y te sientes impotente. Solo puedes mirar. Y no hay coraza que resista por muy fuerte que te creas ser.

Ha vuelto con intención de realizar un pequeño proyecto de costura enseñando a chicas a coser. Es un sueño bonito, otro más al que habrá que intentar dar vida. Los problemas, infinitos: falta de seriedad, hilo de ínfima calidad, máquinas sin condiciones… Se fue cargada de vestiditos multicolores que quiere vender para echarnos una mano. Y solo Dios sabe cuanta ternura puso en cada puntada, en cada uno de ellos.

Deja un comentario