Corpus y Pedro Luis

ONG La Esperanza

¿Veremos chozas, Grandpa?, me preguntaba la Corpus con acento ribereño. Y se hinchó de ver baffas (chozas) y de llorar en ellas. Hizo de rey mago adelantado, repartiendo ropa y abrazos. Y sonrisas, porque reír se ríe lo mismo en español, que en portugués, que en limba. Y trajo en su maleta casi, casi, uno de sus famosos mercadillos ambulantes. Todo le parecía poco.

Si alguien nos ha ayudado siempre con alma, vida y corazón, es la ONG La Esperanza de donde es Presidenta. Corpus tiene un corazón de oro y un bolso, al que se aferra como los monos se aferran a las palmeras en el harmatan, que es como la vasija bíblica del aceite que nunca se acaba. Comenzó con Lábrea y sus centros Esperanza, luego con las monjitas de Kenia, y con el obispo Joaquín Pertiñez… Hasta que incluyó Sierra Leona entre sus amores.

Vino con Pedro Luis, su sobrino, que lleva años colaborando con nosotros en educación, haciéndonos en parte beneficiarios de sus trabajos en Conservas Pedro Luis de Lodosa. De casta le viene al galgo.

En teoría se trataba de una visita oficial de la ONG la Esperanza de Lodosa, Navarra, España. Pero he querido incluirlos en el apartado de amigos, porque así lo siento desde hace ya muchos años.

Deja un comentario