Todavía tengo grabado en mi memoria un eslogan que leí en México hace ya muchos años: La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo. En nuestro proyecto educativo, a la hora de repartir las ayudas, hemos dado prioridad a la mujer, no por discriminación, sino por la dificultad que ellas tienen de acceder a la cultura. Creo firmemente que el futuro de Sierra Leona está, por su capacidad de sacrificio, en las manos de la mujer y en su posibilidad de acceder a la educación universitaria. Y son privilegiadas las que, con ayuda exterior, pueden hacerlo.