Fátima y Natalia vinieron como las cerezas, en racimo. Les tocó recibir, poner orden y repartir los contenedores, lo que no es tarea fácil. Y su disponibilidad fue absoluta para todo lo que hiciese falta. En la cocina nos deleitaron con unas lentejas que no pude menos de inmortalizar en una fotografía. Natalia publica un libro de fotografías con el que la Fundación Maga financia la educación en nuestras aldeas. También Calzados Gaimo (Arnedo, La Rioja), empresa de la familia de Fátima, nos apoya en esa tarea desde hace años.