Se ha echado el telón, vuelta a la normalidad. Se apagaron los focos, las entrevistas, las llamadas…. Alguien de los medios me decía: “la actualidad avanza y le dedican menos tiempo”. Como si lo importante fuese el virus y no las personas que se infectan y mueren. No importa que el sábado pasado hayamos batido el record de muertes por Ebola en un día, 121. Ya no somos noticia de actualidad. Además, de por sí, estamos acostumbrados a vivir en la línea de los récords: mayor índice proporcional de SIDA en África, mayor mortalidad en el parto, altísima tasa de mortalidad infantil… Analfabetismo, falta de infraestructura sanitaria (hasta ahora parece que se enteran algunos), malaria, tifus, cólera, desnutrición… Pero en estos récords no dan medallas. Si las diesen tendríamos el oro asegurado. Siempre he pensado que uno tiene la conciencia a salvo mientras las frías estadísticas no le miren a la cara, mientras la miseria y el dolor no te claven los ojos buscando una respuesta en los tuyos. ¡Nuestra normalidad de cada día!
He leído que hay quien incluso se ha escandalizado por unas fotos de Samuel Aranda publicadas en el New York Times. Y es que parecen ser tan crudas que hieren conciencias sensibles y delicadas. Si de mí dependiera, las tendría expuestas en la puerta de todos los restaurantes del mundo para que las personas las viesen antes de asomarse al menú. Para que todos disfrutasen de lo que a mí me toca ver cada vez que paso cerquita del Hospital del Gobierno. Y quiero compartir de nuevo “mi normalidad”, la que ven también hoy mis ojos, aunque ya no sea noticia porque la actualidad avanza tan deprisa. ¿Y sabéis qué? No se vale tener el privilegio de poder cambiar inmediatamente de canal para que no vean las fotos nuestros niños. No se vale, cuando aquí a los niños
contagiados, que son muchos, no les queda otra posibilidad que la de tumbarse en el suelo vomitando sangre y esperando una muerte cierta. Pero son niños negros. Surge de nuevo la pregunta clavada en mi mente desde el secuestro: ¿A quién le importa un negro?
¿Cómo no creer en Dios? ¿Cómo no tener la esperanza de que exista un cielo para quien ya vivió en los infiernos? Sin fe, me volvería loco siendo testigo de tanta muerte absurda y de tanta injusticia. Sin fe, tened por seguro que ya hubiese abandonado. Hoy se y acepto que no tengo toda la luz, solo la justita para soportar la oscuridad, pero sería absurdo que el árbol negase en invierno la primavera que guarda en sus entrañas.
Me llamó Javier Atienza preocupado. El doctor Michael, ugandés, que cuidó y recibió al Hermano Manuel Viejo en el hospital de Lakka abierto por la ONG italiana Emergency, dio positivo por Ebola. Lo intentaron mantener en privado, porque si el hospital se cierra, la situación sería dramática por la escasez de camas para los infectados. Lo han llevado a Hamburgo para intentar salvarle. Les han llamado de Italia avisándoles de que sus nombres están en todas las líneas aéreas comerciales y que no pueden salir del país a no ser en vuelos militares. Ya han devuelto a uno del aeropuerto. Y debieron llenar un formulario sobre el grado de convivencia que tuvieron que el nuevo infectado. Lo sorprendente es que el doctor Michael era meticulosísimo en cuanto al protocolo de seguridad. Le he dicho a Javier que si puede se venga con nosotros unos días.
La Hemana Elisa, esa que quería llevarse a Manuel Viejo en su espalda, está agotada. Salió como todos los días a repartir arroz a los que pasan hambre. Y vio como sacaban a una de sus alumnas con síntomas de Ebola de una casucha, una niña de 16 años, para llevarla a Port Loko. Quiere que la trasladen a otro centro donde tenga más posibilidades de sobrevivir. También murieron sus padres. Me dice que en dos semanas vuela a Mexico. Y creo que lo necesita urgentemente.
El distrito de Bombali al que pertenezco es el que más ha incrementado los casos de Ebola. Esa es la razón de que permanezcamos incomunicados y necesitemos un pase especial para ir a Makeni. Fui a solicitarlo a la policía y me insinuaron que tenía precio. Le dije, mira amigo mío, tengo paneles solares con luz 24 horas, televisión e internet, así que me puedo sentar tranquilamente en casa sin preocuparme de nada. Y cuando vengan los maestros a por su sueldo, te los mandaré a ti para que les pagues. Y cuando venga el niño quemado a curarse las heridas, serás tú quien lo cure. Y también tendrás que poner diésel a los coches para poder acudir cuando me llamen para una emergencia. Lo debí decir en el tono y con el énfasis preciso, porque ya tengo en mi poder un pase para Medo, Rene, y para un servidor.
Y es que el Ebola se ha convertido en un pequeño negocio en Sierra Leona. Algo nada ajeno a nuestra normalidad de vida. Dicen que las grandes compañías farmacéuticas hacen su agosto con las pandemias vendiendo vacunas. Y que incluso ya tenían planeada ésta. No me cabe en la cabeza que alguien pueda ser tan maquiavélico. Aquí se repite la historia pero en pequeña escala: se venden los pases, las medicinas, el arroz de la solidaridad internacional. Pagas 20 mil leones si eres pasajero de una poda-poda que no debiera circular, 50 mil si quieres ir en moto, 100 mil para llevar dos sacos de plátanos hasta Freetown.
Han castigado a Makeni sin transporte. Resulta que un doctor chino se presentó en el hospital con un laboratorio móvil para descartar los casos de malaria y tifus, y separarlos de los casos sospechosos de Ebola. Comenzó a mandar a tantos enfermos a la calle que la multitud enfervorizada comenzó a danzar gritando “Ebola no de, Ebola no de” (El Ebola terminó). Y las motos comenzaron a sonar el claxon por toda la ciudad dando la buena noticia. Tuvo que intervenir la policía para poner cordura. Y ahora el que quiera moverse lo tiene que hacer andando.
Rene se fue un par de días a dar una vuelta por Kamalu. Los suficientes para darme cuenta de que sin él hubiese sido imposible aguantar estos tres meses. Disfruto hasta viendo al Madrid meterle 5-0 al equipo del barrio La Chantrea de Pamplona (algunos le llaman Athletic) Y estaba tan emocionado Rene, que me discutía los posibles penaltis en inglés. Le dije que se lo permitía en español y hasta en vasco si quería, pero que nada de inglés en tiempo de relax.
Sé que la actualidad avanza a una velocidad de vértigo y que ahora demandan vuestra atención las elecciones catalanas o las tarjetas de Caja Madrid. Nosotros, gracias a Dios, hemos vuelto a la normalidad. Y nuestra normalidad es el intentar estar cerca de los que luchan día a día por su supervivencia mientras las naciones se reúnen una y mil veces buscando estrategias de actuación. ¿Para qué se reunirán tanto?
Es increíble que un pueblo al que le están robando todas sus riquezas, viva lo que está viviendo y en las condiciones que lo está viviendo. Algunos pensarán que exagero, incluso algún cantamañanas de cardenal, que también los hay, dirá que es que soy de izquierdas. Si se lo han dicho al Papa Francisco, que no me dirían a mí. Me atrevo a compartir con vosotros una carta abierta enviada al Sr. Presidente de la República, firmada por dos buenos periodistas sierraleoneses. Y me atrevo a compartirla a pesar de saber que no me voy a ganar nuevos amigos precisamente. Copio el texto.
«Dear Mr. President:
Es increíble cómo un país que produce millones y millones de dólares en diamantes, rutilo, bauxita, oro, coltan, acero… sigue siendo uno de los países menos desarrollados del mundo.
Se quejan en la carta de cómo compañías como London Mining aseguran sus equipos en el extranjero sin respetar las compañías de seguros nacionales. Incluso llegan a pedir que sean compañías extranjeras las que surtan de comida a sus trabajadores.
Tanto African Minerals como London Mining prometieron en campañas suficientemente publicitadas trabajo para 35.000 personas la primera y 50.000 la segunda. Pero en cuanto comienzan a funcionar hacen algo totalmente diferente, y lo más triste es que nadie se preocupa de investigarlo.
Se pide a London Mining que rompa su contrato con la empresa francesa Bollore para el transporte de acero desde Lunsar al puerto en Thorfa-yim, porque nuestros transportistas están suficientemente preparados para hacerlo.
Bollore que es actualmente responsable del manejo de todos los contenedores que llegan al puerto, realizó un sospechoso contrato en 2011 por 7 años con London Mining para el transporte del acero. La suma por estos 7 años asciende a 225 millones de dólares. Imaginémonos esa suma ayudando a nuestros transportistas y no engrosando cuentas en el extranjero.
Lejos de ser un modelo, London Mining está probando con su actitud que es una de las peores compañías que actualmente operan en Sierra Leona. Lo que London Mining está haciendo ahora es una explotación despiadada de nuestra riqueza de minerales dejándonos en los últimos peldaños en la escalera del desarrollo. ¿Por qué debemos aceptarlo? ¿No tendrían que disfrutar de los beneficios de la explotación los habitantes de Sierra Leona, que son los reales dueños de los minerales?
Los trabajos que da la compañía son extremadamente limitados y sin ninguna seguridad ni garantía. Los trabajadores son contratados y expulsados según su voluntad sin derecho a ninguna clase de beneficios. No hay ni un solo sierraleonés contratado en puestos importantes donde pudiese aprender las nuevas tecnologías. Los contratos que reciben los nativos son únicamente en los niveles inferiores.
Mientras los nativos sufren de sueldos irrisorios, los llamados expatriados de Suráfrica y de países del primer mundo disfrutan de facilidades y oportunidades ilimitadas. Tienen casas adecuadas con luz las 24 horas, atención médica y seguro. Trabajan 4 semanas en Sierra Leona y tienen derecho a dos semanas en su país de origen de vacaciones. Con el salario de un expatriado se podrían pagar los salarios de 100 sierraleoneses. El lujoso estilo de vida de los expatriados indica claramente que ellos son los propietarios de los recursos minerales. Solo hay que darse una vuelta por los hoteles más caros como Mamba Point, Wusum Hotel en Makeni y te sorprenderá la cantidad de expatriados de London Mining viviendo allí. Y basta acercarse al aeropuerto internacional de Lungi para ver cuantos expatriados van y vienen del país en extravagantes vacaciones.
Mientras los ciudadanos normales deben de pagar altos impuestos para poder traer al país un coche, London Mining y otras compañías están totalmente exentos de esos impuestos, incluso en la comida.
Bob Thompson de London Mining y Keith Muller de Bollore, viven como Presidentes en casas perfectamente resguardadas y protegidas de cualquier contrariedad.
Si algo creemos firmemente es que London Mining está dejando en muy mal lugar a su país de origen, Inglaterra.
Agradeciendo el tiempo dedicado a la lectura de esta carta abierta, le pedimos tome en cuenta la mala administración de nuestros minerales que permite que millones y millones de dólares enriquezcan cuentas en el extranjero, dejando a los habitantes de nuestro país en la extrema pobreza”.
Estoy completamente seguro de que ahora sí que van a actuar porque si no su gran negocio en el Marampa Project se les va a ir a pique. Dicen que todavía hay material para extraer durante 22 años más. Y andan buscando camiones desesperadamente porque Bollore se ha retirado por cuestiones que os podéis imaginar. Incluso pagan la tonelada de tierra transportada a 5 dólares.
Aquí, a Sierra Leona, casi nadie viene por caridad cristiana, tampoco los españoles, ni los franceses, ni los americanos… Todos vienen a ver que se llevan. También los chinos, a pesar de lo orgulloso que está el Sr. Presidente con la amistad entre Sierra Leona y China. Pero en fin, no es tiempo para mítines políticos, sino para gritar al mundo que no hay derecho que en un pueblo de riquezas incalculables se mueran los niños entre pis y vómitos de sangre, lejos de los suyos y de toda clase de ternura y calor humano. Y que el mundo contemple la escena indiferente.
No se cómo agradecer la cantidad de mensajes cariñosos que recibo. En estos momentos me es muy difícil contestar a cada uno, pero prometo hacerlo. También alguno de vosotros me ha ofrecido una pequeña ayuda económica que agradezco hoy más que nunca. Eso nos da la libertad de estar más pendientes de los que aíslen y pasen hambre. Pero lo que más agradecemos es vuestra oración. Hay demasiados momentos en los que las lágrimas quieren brotar a borbotones y me tengo que cerrar en la habitación hasta controlarme.
Cada día me levanto con el propósito firme de no dejar que se borre la sonrisa de los niños que me cruzo en mi camino. Esa sonrisa que os ha enamorado a todos los que habéis venido a visitarme. Sonrisa que me salpica la cara de color esperanza y me hace soñar en un futuro mejor para esta tierra. Sonrisa que canta con Jorge Debravo:
“A pesar del odio y de la guerra ( el Ebola, añado yo),
El amor bajo el hombre está creciendo.
Os lo juro por todo lo que amo
Y todo lo que espero”.
Fray José Luis, le agradezco de todo corazón que siga escribiéndonos sobre la situación en Sierra Leona. A veces quisiera salir corriendo a coger el primer vuelo para allá y ver en qué puedo ayudar. Yo realmente soy muy inútil y cobarde, pero me duele más saber que hay personas que están muriendo sin ningún consuelo (por lo menos humano). Siempre trato de compartir sus artículos con mis contactos de Facebook, y por eso ya tuve un tipo de pelea con mi propia hermana. Ella realmente no ha entendido qué es lo que están sufriendo uds, no la juzgo porque sé por qué ella piensa así. Pero eso no me va a detener para seguir enseñando a todos mis contactos lo que uds sufren. Algunos lo leerán, otros se quejarán conmigo y me dirán fatalista. Pero me propuse que la única forma de que no vean sus historias es que ellos dejen de ser mis «amigos» en Facebook. No me importa, prefiero quedarme con las personas que si quieren ayudar. Yo también deseo poder enviarle un poco de dinero, así que voy a hablar con sus hermanos agustinos recoletos de aquí, del Carmen de Alajuela, para ver si por medio de ellos le puedo mandar algo, no sé, supongo que lo que sea, de lo que yo también tengo. Créame que siempre los tengo en oración, inclusive a la hermana Elisa. No los conozco, pero por medio de su blog es que los puedo sentir cercanos, hermanos. Los encomiendo a la Virgen de la Consolación para que les dé todo el consuelo y la fortaleza que necesitan, y rezo los Misterios de Dolor por todos los enfermos, en especial los de África, de los que casi nadie se acuerda. Fray José Luis, ud no sabe cómo me llena de esperanza leer su blog. Por favor, nunca deje de compartirnos su deseperanza, su sufrimiento, sus alegrías, su consuelo, porque todo eso es también lo que padece y goza nuestro Señor Jesucristo, y por medio suyo no solo ayuda a los africanos, sino a todos nosotros sus lectores. Por medio de ud, nos volvemos más humanos, más hermanos. Ud nos salva del egoísmo del mundo y nos vuelve a poner la cabeza y los pies en su lugar. Oro por todos uds todas las noches. Sepa que todos sus lectores oramos fervientemente por todos uds y nos unimos en su dolor. Ánimo, que el Señor prometió que por más difícil que fuera la vida, Él siempre estaría con nosotros. Él está ahí, con los enfermos, con los pobres, con los moribundos, con los huérfanos, con uds los misioneros, porque Él también es todo eso. Él conoce perfectamente el dolor humano, y nadie mejor que Él tiene entrañas de Misericordia. Perdón, por extenderme tanto, es que quiero que sepa que no está solo. Cuídese mucho también ud.
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El corazón sufre la conciencia grita,la indiferencia abruma!
Que este virus sea detenido ruego y que esos voraces mordedores detengan su ambición, ….no más nadie sufriendo!!!!
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Cuente con mis oraciones Padre Jose Luis.
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Personas como ustedes, que lo dan todo por el bienestar del prójimo, entrega que les hace felices, es que la humanidad tiene esperanza en un mundo mejor, son la prueba de que la raza humana no está totalmente degenerada, aun cuando veamos ambiciones desmedidas sabemos que hay seres que Dios ha tocado para dar prueba de su presencia y misericordia. Terrible la realidad de muchas zonas del mundo, pero no hay que desfallecer, Dios está con el necesitado tanto de salud y lo básico para vivir dignamente como también está con el que necesita abrir su corazón y tender su mano solidaria así sea con una palabra de aliento, el detalle está en que este último acepte el toque que su conciencia le hace.
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Gracias Jose Luis, me has centrado en lo esencial. Ya verás ahora que el ebola ha llegado a Madrid, todavía os espera más «normalidad». Cuenta con mi oración.
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Que Dios Lo Bendiga Padre, Usted y todos los de Sierra Leona
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si el dinero que se van a gastar en los países «desarrollados» en protocolos de seguridad contra el ébola se lo hubieran gastado en buscar una solución para la enfermedad otro gallo cantaría…
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Carry On, Fr. José Luis. We are one with you in your sufferings for the people of
Sierra Leone. Prayiong for you always..
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En agosto del año 2010 estuve en Sierra Leona, conviviendo con Sister Elisa y las Misioneras Clarisas en Lunsar. Tuve la oportunidad de conocerle un día que fuimos a visitar el Santuario de Kamabai. Después de aquella experiencia tengo una especial conexión con aquella parte de África y siento como una obligación intentar hacer todo lo posible para ayudar, aunque soy muy consciente de lo minúscula puede ser mi aportación. Me he propuesto hacer ver a la gente cuál es la verdadera situación allí y para ello enlazo cada uno de sus posts para que lo lean todos mis contactos pero no sé que pasa… Tal vez piensan que aquello está demasiado lejos y que no está en nuestras manos… Estoy indignadísima por ver cómo reacciona la gente en España por la posibilidad de sacrificar a un perro y, por supuesto, por haber repatriado a dos misioneros; pero son incapaces de mover un dedo por lo que ocurre en África occidental y en Sierra Leona en particular. Aquí la única noticia es cuando se contagia un blanco. Esta semana he podido hacer llegar a Sister Elisa algo de dinero y quiero escribirle para decirle, como a usted, que estoy a su entera disposición. Por supuesto, rezo por ustedes para que no decaigan en su labor y sigan siendo tan maravillosos y ejemplares. Un fuerte abrazo.
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Estoy aquí, en mi confortable sofá de mi confortable casa, mis sanos y maravillosos hijos, por los que todos los días doy gracias a Dios, acostados en sus estupendas camas, con un marido que me quiere, vamos, todos los ingredientes para sentirme la persona más afortunada del mundo, sin embargo, de repente, después de leer esto, me siento como el bicho más insignificante, conforme iba leyendo, todo se me iba quedando grande y yo cada vez más pequeña. Qué injusto todo, qué rabia
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Siempre adamire a los misioneros hasta hoy, me pare increíble que un misionero y sus seguidores critiquéis por que los españoles nos hemos volcado con el perro de la enfermera contagiada del ebola al atender al padre misionero. Que pensáis que los que no creemos en dios no tenemos corazón para intentyar salvar a un animal?
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¡Vaya un testimonio! Ojalá pueda llegar a mucha gente. Para tomar conciencia de lo verdaderamente importante.
Créame. Rezaré por ustedes. Y le diré a San Agustín, fray Luis y otros agustinos venerables que se sientan orgullosos de ustedes. Ustedes ya habitan la Ciudad de Dios.
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Muchas gracias por sacudir nuestras conciencias de señoritos de la parte amable del mundo.
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Quiero expresar mi admiración por el trabajo desinteresado de tanta gente en sierra leona. Que bueno seria importar hacia este país la nobleza de vuestros ojos.
Todo nuestro apoyo desde Valladolid y desde el colegio S. Agustín, donde estudian mis hijos.
GRANDE KAMABAI.
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Como podemos hacerle llegar algo de ayuda?
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Los que ya nos unimos sin banderas, sin líderes, sin violencia, sin pausa y sin miedo contra la codicia del poderoso estamos a tu lado.
Nos unimos en la oración de los creyentes y la medicación de los no creyentes por vosotros los que estáis en el frente de los emergentes, en primera línea.
Nosotros, reuniremos a los que saben que vivimos en falsas democracias al servicio de los poderosos, esos endemoniados que trabajan para que los sistemas sean corruptos y así poder comprar todas las voluntades, incluídas las de la jerarquía traidora al Cristo.
Avaritia delenda est
(La codicia debe morir)
Un abrazo muy fuerte desde el frente de occidente.
Clearrevolution.
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